
Hay fenómenos en la naturaleza que no se pueden observar a simple vista por las limitaciones del ojo humano a captar la velocidad en que estos fenómenos se producen,como por ejemplo el instante que una bala atraviesa un naipe o la ruptura de una bombilla eléctrica.Nuestros ojos al igual que los demás sentidos tienen limitaciones cuando se trata de captar el tamaño cada vez más pequeño de una imagen,o una parte de la secuencia de un movimiento.
Nuestra visión cuan lenta y deficiente es para analizar el movimiento rápido,solo puede hacerlo hasta cierto punto,más allá del cual cada movimiento se confunde con un flujo continuo o se hace imperceptible como es el caso de la trayectoría de una bala.
Para seguir la trama ,aunque sea de perogrullo,un movimiento esta compuesto por un ritmo de repeticiones de secuencias que al llegar a un número determinado por segundo da la impresión de flujo continuo.Por ejemplo el cine pasando 20 imágenes por segundo el cerebro las capta como casi estables,como imágenes diferentes,pero pasando 24 imágenes por segundo,es incapaz de reconocerlo,creándose la ilusión óptica de movimiento.Es el secreto de las películas que nos proporcionan la sensación agradable de la animación.

No menos interesante es la captación por el lente de Agense Nature de la agilidad de un gato para caer siempre por los pies.

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