El hombre -niño

La alegoría al hombre-niño en la canción de Facundo Cabral y en el "Así hablaba Zaratustra" de Friedrich Nietzsche es un tema de concordancia en la que ambos autores totalmente opuestos en su fe,llegan y dicen que es una etapa necesaria para la consecución de un bien superior.

Son los contrarios convergiendo en un aspecto base,según Cabral para alcanzar la aceptación de Dios y según Nietzsche para ser verdaderamente libres.

Facundo Cabral cantautor argentino,literato y de pensamiento totalmente espiritual,grandemente influenciado por Jesús,Gandhi,Teresa de Calcuta,sintetiza en el estado metafórico de niño la etapa con la cual se logra el acercamiento a Dios -y- porqué niño,por la inocencia que supone este estado y por el alejamiento en el pensar de todo mal y prejuicios que un niño tiene del resto de las gentes y de la vida.

Friedrich Nietzsche,filósofo alemán,sentado en la otra orilla de la fe,en su "Así hablaba Zaratustra,dice que el espíritu del hombre para alcanzar su libertad debe pasar por tres transformaciones: de Camello que soporta las cargas pesadas de teorías y tradiciones religiosas con el "Yo acepto",que le inducen a aceptar una supuesta vida eterna después de la muerte a cambio se sufrimientos en la vida,debe pasar al estado de León con un cambio del "Yo acepto" por el "YO quiero",desplegando su voluntad de poder.Sin embargo esta etapa no es nada fácil,porque tendrá que luchar contra el poderoso Dragón del "Tú debes,porque yo soy todos los valores".De esta lucha,si gana el León será libre de espíritu pero con dolorosos recuerdos(que le perturbarán) de su etapa de Camello y de su lucha con el Dragón,por eso debe convertirse en Niño(el mismo del que habla Cabral),para olvidar,porque la inocencia de un niño conlleva una voluntad propia de poder,sin ningún recuerdo perturbatorio,solo así con este espíritu se alcanzará la verdadera libertad.

Se ve fácilmente que la figura del hombre-niño es la más meritoria forma para alcanzar según cada quien conceptúe el devenir y la vida,la verdadera libertad y el vivir de forma plena sin subterfugios o el acercamiento a la gloria del Dios todopoderoso.