Cuando Jubenal desapareció,Silendase se volvió loca,es que hacía un lustro que compartiendo el hogar con su robusto compañero no se había presentado tal situación, de ahí su intensa preocupación.Silendase era una loba a todas luces de alcurnia como así lo catalogaban todos los miembros de la manada.
Esa mañana de crudo invierno ,nevaba en el bosque de Wendover Wood,territorio de la manada,en sus confines se encontraba la casa de un rico granjero,rodeado de una pequeña laguna artificial para espantar a las alimañas del bosque.
Muy de madrugada el lobo Juvenal había abandonado la madriguera dispuesto a dar acción a su pensamiento reiterativo y nunca comunicado a nadie de entrar a la granja y llevarse unas cuantas gallinas.Ya en la granja ,había dado muerte a varias aves y cuando empezó su huida llevándose entre dientes un par de apetitosas gallinas,el tremendo alboroto que se había producido en el gallinero,terminó por despertar al granjero que rifle en mano persiguió al bandido; una bala impactó e hirió al intrépido lobo que ya se encontraba adentrándose en el bosque.El granjero cruzó la lagunita,tratando de acercase al lobo,pero no pudo alcanzarlo y se dijo entre si:con esa herida,ya no creo que se atreva nunca más a volver por aquí,en eso vio por el bosque a algunas gallinas que estaban alborotadas ,fue a atraparlas y observó como se lanzaban al agua y cruzaban la lagunita en su intento de alejarse de cualquier peligro.El granjero comentó el percance a su familia y uno de sus hijos dijo: ante el peligro surgen nuevas reacciones y acciones,por eso fue que la gallina aprendió a nadar, y todos rieron de buena gana.
Mientras tanto cerca del madrigal las fuerzas abandonaron al lobo herido,quien dio un último aullido de despedida.Silendase y los suyos corrieron en su ayuda,más no pudieron hacer nada.La suerte del lobo alfa estaba consumada.Su compañera de toda la vida se posó a su lado con tristeza y lloró.
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