viernes, 21 de noviembre de 2008

El trato con gente difícil

A menudo nos "topamos" en nuestro entorno familiar o social con diversas personas
malgeniadas,gritonas,malencaradas y en una conversación y/o discusión,por principio humano sentimos el terrible impulso de aferrarnos a nuestro criterio.Esto puede traer prolongadas discusiones e incluso en el campo matrimonial devenir en fracasos.

El psiquiatra Dr. David Burns da a conocer en el "The Feeling Good Handbook" principios sencillos que ayudan a sobrellevar estas situaciones,evitando así que estos conflictos o situaciones difíciles se vuelvan un desastre.Dice él ,que la clave está en ponerse en el lugar del otro y buscar la verdad en lo que nos dice :

"Si estamos ante críticos dominantes,como por ejemplo si alguien asegura o da a entender que sabe más que uno sobre un determinado tema (pese a los pocos argumentos de base)y que trastoca nuestro esquema mental de opinión sobre el tópico(del que creíamos saber mucho),convendría no pasar por alto el punto de vista del interlocutor,ya que casi siempre existe una pizca de verdad en lo que dice y si Ud. lo reconoce así, es probable que la persona insistente vea salvada su autoestima y se defienda menos y este dispuesta a escuchar nuestras opiniones,"tiene Ud. razón" o "pueda tener asidero lo que Ud. dice", son puntos claves para evitar friccionamiento.

El trato con un quejumbroso habitual,aquel que despepita toda la tragedia de su vida,sus problemas familiares,financieros,etc.,etc., no es precisamente para responderle dándole consejos,porque los pasará por alto,lo que ellos quieren no son consejos,solo desean que alguien los escuche y los comprenda.Con solo asentir y validar su punto de vista en la mayoría de los casos lograremos que se sienta mejor.

La gente difícil a menudo no es siempre aquella que está enojada o quejándose,también está el amigo que siempre impone una exigencia,así ,si éste solicita un servicio y pese a que su agenda está apretada Ud. acepta,terminará disgustado y resentido consigo mismo.Pero si se niega a complacerlo tajantemente,su amigo se sentirá agraviado.El problema radica,en que cuando a Ud. lo aborda lo toma desprevenido y no sabe Ud. manejar la situación de modo que no surjan resentimientos.Un método útil es decirle a la persona exigente que necesita reflexionar en lo que ella le pide y que después le comunicará si puede o no complacerla,palabras claves son : "permítame revisar mi agenda y te llamará después".

Responder con paciencia y empatía a la gente difícil puede ser arduo y trabajoso,sobre todo cuando se está alterado,pero cuando se renuncia a ser quien lleve la voz cantante o de imponer nuestro propio criterio,calmará a la otra persona y empezará a calmarse y a escuchar.Los beneficios de esta actitud pueden ser asombrosos.

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