¡Sabías que, tú eres el primero entre los primeros,uno de los mejores,el más rápido,el más inteligente,el escogido de entre un pelotón de millones y millones de semejantes ?,claro que sí,a cada uno que esta leyendo esta nota le corresponde esta denominación.¡Que duda cabe!,hombres o mujeres que poblamos los confines de la tierra ,somos los primeros de esa porción de esperma, del que alguna vez formamos parte,entonces hay que sentirse orgullosos de lo que somos y no ir por el mundo blasfemando a los cuatro vientos de nuestra suerte.Pudimos tener otro final,tan igual como lo formaron nuestros millones de compañeros de celdas allá por nuestros inicios
Haciendo memoria,acaso no lo tendremos guardado en lo más profundo de nuestro ser,el recuerdo de aquel hermoso despertar,de un día o noche cualquiera,cuando la paz de la penumbra de nuestras alcobas era perturbada por el alboroto de un temblor que se formaba,cuya fuerza hasta ese momento desconocida nos impelía a salir y nos llevó por túneles y depósitos de miles de kilómetros (comparativamente y a escala del tamaño que nuestra mitad tuvo por aquellos tiempos).Al mismo tiempo nos invadía la gnosis innata de una cita con una hermosa desconocida como objetivo final.Esta certidumbre haría que despertara nuestra escondida fuerza competidora,y entonces era hora de sacarla a deslumbrar.
En este intríngulis de fuerzas externas impelentes y sensaciones internas de competencia,por lo menos en este principio, sí ,que no fuimos los primeros,sino,de repente los más inteligentes al retrasarnos y dejar que muchos ególatras creyéndose muy superiores tomaron la delantera,pensando que con ello llegarían primero al objetivo.Pagaron muy caro esta su osadía,porque de haber obstáculos en el camino,sí, que los había.Cuán amargo no sería el final de éstos primariosos,porque el primer obstáculo a enfrentarse los destruyó,la acidez reinante en el medio vaginal fue el tiro de gracia que recibieron estos infelices que creyeron ganarnos,cuando sólo contribuyeron a facilitarnos nuestro ascenso hasta la entonces desconocida matriz.
Una vez llegado al útero,muchos creyeron libre el camino y no se dieron cuenta que tomaron una vía equivocada ,como fue la otra trompa que no contenía a la hermosa desconocida.
Los únicos sobrevivientes de los 250 a 300 millones que partimos del principio,ahora en la vía correcta solo éramos l,500 a 5,000,ahora si debimos quemar nuestras últimas energías en este tramo final....¿ inteligencia?, ¿azar?,¿circunstancia?...¿qué habrá sido?....lo cierto es que no somos cualquiera sino el primero que penetramos a nuestra hermosa doncella que esperaba ansiosa también a la cita fina.
Estuvimos dentro de ella,en su centro y nos encontramos con su yo,con nuestra otra mitad,por unos segundos nos miramos y a modo de presentación nos tocamos para luego fundirnos en uno solo cual dos llamas en un incendio.
Después de esto, todavía pueda haber alguien que sienta haber nacido?.Siquiera por un instante olvidémonos de los sinsabores de la vida y saboreamos la gloria de ser los primeros,aunque después los avatares de nuestra existencia,nos hagan aterrizar,para reflejar nuestro sentir en el hermoso poema de Rubén Darío que dice:" dichoso el árbol que es apenas sensitivo,y más la piedra dura,porque ésta ya ni siente;pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,ni mayor pesadumbre que la vida consciente......."
2 comentarios:
Tenía que llegar al inicio. Que sepas que me gusta este espacio y tienes una cualidad docente muy apreciable. Eres claro y sencillo sin que eso perjudique la profundidad y seriedad (aún en la variedad de los temas), de los temas que tratas.
Gracias Walter, por aquí nos seguiremos leyendo. Y hoy me quedo con la frase de que "El hombre es la paloma del hombre..."
Asì es estimada amiga,somos el nùmero uno,"hay que sacar pecho",y en eso de el hombre es paloma del hombre(en alusiòn a que la paloma no es tan "santa" como se cree),aunque no suena bien ,se ve en cualquier actividad,como por ejemplo en mi profesiòn,no hay peor cuchillo que otro colega profesional.
Gracias Dulce por tus expresiones.
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