sábado, 19 de febrero de 2011
Moscardones y mosquitas muertas
Dentro de la relatividad de la vida y las cosas,los hombres pueden considerarse moscardones ( macho,machotes) y las mujeres mosquitas muertas (por definir).
Desde antiguo donde predominaba màs el machismo,se ha dicho que el hogar es el mundo de las mujeres y el mundo es el hogar de los hombres,ya con solo ver lo que abarca hogar y mundo,la relaciòn de la pareja humana ha sido dispareja.
La historia de la mujer tiene mùltiples historias,en una de ellas està consignado la manera como han sobrevivido a siglos de dominancia masculina donde lo ùnico que contaba era la fuerza bruta.
Asì en esa su historia està el aprendizaje del arte de hacerse la mosquita muerta para conseguir lo que con la fuerza no podìan.
Intuyeron la debilidad masculina y aprovecharon muy bien lo que ontogènicamente los hombres tienen, gustos grabados a fuego en su ADN,es decir por lo que un caballero muere por una doncella,que sea discreta,delicada,pudorosa,modesta fràgil,etc,y asì a falta de poderosos mùsculos,las mujeres urdieron (definiendo mosquita muerta)- habilidades,estrategias como la simulaciòn,el camuflaje,el mimetismo,es decir tàcticas escamoteadas del reino animal para supervivir y dominar el impetu de los hombres.
Estas estrategias configuran el sìndrome de la mosquita muerta,que atrae y domina fàcilmente a su presa.
La naturaleza provee los medios ,hombres y mujeres se encargan de descifrarlos.La testosterona de alguna manera corta las interconexiones neuronales para que los varones sean de menos palabras y de màs acciòn y los estrògeneos potencian en las mujeres estas interconexiones encargadas del lenguaje y la capacidad de expresar o leer emociones.Por eso los hombres desde niños se encargan de arrasar con todo y las mujerecitas observan y ejercitan sus expresiones y emociones para utilizarlos màs adelante.
El truco de hacerse a la tonta,la delicada,se ve como se plasma sutilmente en blanca nieves (envenenada) y en la bella durmiente( en estado de coma),quienes consiguen su prìncipe azul que los besa y las resucita para finalmente casarse con el hèroe viril.
Esta forma de atracciòn o de seducciòn con la que tambièn se identifica a eso de ser mosquita muerta,ha dado buenos resultados,hombres y mujeres siguen llevando la fiesta en paz.
En la actualidad las mujeres que no quieren utilizar este arte pasan al bando de las muy-muy,configurando el sìndrome del muy-muy,y son aquellas demasiado liberales,que se consideran muy capaces,muy in, chistositas,muy mandadas,transitan por el terreno de siglos propio de los varones, en un grado tal que es visto como el de la competencia y a la que pocos o ningùn caballero querrìa tener como compañera.
Amarga verdad,dulce realidad.
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2 comentarios:
Siempre me he cuestionado si la mujer confunde libertad con libertinaje en un vano intento de emular la virilidad.
Un abrazo fuerte =).
Dulce diste en el clavo,un ejemplo del craso error humano,en este caso de Uds.,principalmente de las mujeres muy jòvenes,que amenazan la virilidad masculina,al concederse ellas mismas la libertad-libertinaje o vislumbrarse como muy sofistificadas,arrogantes,con el ego muy alto,darse de trajinadas,muy mandadas hasta lisurientas,que le hacen perder feminidad y delicadeza de la que nunca deben renunciar.
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