lunes, 25 de junio de 2012
De pesadillas y pesadillas
Hay momentos en la vida del ser humano que pasan por la frontera de lo onìrico y la realidad,sin duda a esto pertenecen las pesadillas que en oportunidades angustian a las personas.
Las pesadillas propiamente dichas suceden en las noches.Estàs en un maravilloso sueño,divirtièndote en una fiesta,tragos van, tragos vienen y de pronto despiertas y te ves en un espejo,has envejecido,tu cara està lleno de arrugas y estàs en una silla de ruedas,..¡oh no!,eres viejo y discapacitado,cerca tienes una jeringa y unos polvos,eres drogadicto.Suena el telèfono,¡alò!,...oye Sebastian,¡ya puès! deja esa porquerìa de droga y ponte a buscar trabajo que desde que se muriò nuestros padres no has hecho màs que encerrarte en tu cuarto,...¡Dios mìo!, viejo,discapacitado,drogaticto encima huèrfano,todo de un momento a otro y de pronto te das cuenta que solo tienes un brazo,...mucho descubrimiento en pocos segundos,para tu pobre corazòn que late a 100 por segundo...ahora si,realmente despiertas,era tan solo una horrible pesadilla,nada real,felizmente sigues siendo el niño bonito.
Fuera de la pelìcula que vieras en tus pesadillas,que màs corresponden a elaboraciones fantasiosas,no es màs que el reflejo de la preocupaciòn que tienes de ti o de otras personas que te interesan las que no estàn del todo bien.El subconsciente contempla un panorama de lo peor,una forma como el cerebro tiene de hacer frente a las tensiones y temores de la vida cotidiana.
Si sufres de pesadillas persistentes,no lo ignores,enfrèntalo,visualìzalo y reinventa el guiòn,modifìcalo para que tenga un final feliz,pero lo mejor es la prevenciòn,reduce el estrès con tècnicas de relajaciòn,mùsica suave,meditaciòn y escucha a tu cuerpo,baja la velocidad con la que vas,procùrate un merecido descanso.
Despuès en la vida consciente como sìmbolos de pesadillas se encuentran los problemas por la que vamos pasando.Algunas pesadillas frisan con el humorismo pero, no dejan de ser ciertas y atacan sobre todo a veces a todo macho machote.
Muchos varones no se atreven a hablarlos,menos a consultar con un especialista,se trata de temores y dudas consideradas verdaderas pesadillas sobre el tamaño o rendimiento,etc,etc., que tienen entre la sàbana y sàbana.
No hay ser masculino en el mundo que regla en mano en algùn momento de su vida no haya medido el tamaño de su instrumento y le haya saltado la preocupaciòn de no dar la talla o la medida esperada para una buena perfomance.,temor que se acrecienta si su compañera le hace algùn comentario como: ¿què chiquito?,o ¡ah!, ¿eso es todo?,o la clàsica frase de consuelo,no te preocupes que el tamaño no nos interesa.
Està tambièn el temor de terminar la faena en un dos por tres que es igual(no matematicamente) a tres o cinco minutos y darse cuenta que no es precisamente un latin lovers.
Para esta clase de pesadillas,solamente està el agrio conformismo de aceptar mansamente lo que la sabia naturaleza otorgò.
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