jueves, 13 de marzo de 2014

El Dolor y sufrimiento como pràctica




Sufrimiento y dolor han estado presentes mucho antes que los sistemas culturales aunque tal vez no con esos nombres pero sì como sentir en al vida de los seres humanos.

Despuès cuando se instalaron los pensamiento o filosofìas, es decir la cultura, èstas interpretaròn esos sentimientos de acuerdo a su peculiar manera de ver las cosas.

Asì algunas religiones juzgaron ( lo hacen todavìa) al sufrimiento y dolor como un castigo divino, anàlogo a lo que un padre inflige a su vàstago por su mal comportamiento.

Muchas de estas doctrinas sumergieron a la humanidad en la engañosa entelequia  diciendo que el  dolor y sufrimiento terrenal son  pagos por  nuestros pecados, errores o simple paso por esta vida y a la vez constituyen camino certero para alcanzar el paraìso y la eternidad.

En muchas frases que hay en los libros religiosos se ve la correlaciòn o clara analogìa del esforzarse con la fuerte sentencia: "comeràs el pan con el sudor de tu frente", es decir sufrimiento y dolor es vehìculo hasta para vivir.

La forma como las doctrinas religiosas concepcionaron el dolor y sufrimiento etiquetaron por mucho tiempo al ser humano como sedientos buscadores de suplicio a fin de tener una  salvaciòn garantizada.

La iglesia se valiò durante siglos del sufrimiento del pobre como un bien necesario para la purificaciòn de su alma. "los pobres son cristos doliente que se ganaran el paraìso".

Por otra parte està la concepciòn del dolor y sufrimiento por las filosofìas diversas y culturas orientales que en su contexto estas ùltimas identifican al tandem placer-dolor como los aspectos opuestos por las que el ser humano tiene que transitar.Es tan igual al que razonablemente no se puede negar que para descansar hay que estar cansado, para saborear la paz, hay que padecer y superar las tribulaciones.

Casi dentro de la misma linea està la filosofìa de los antiguos estoicos, quienes en una postura extrema casi pregonaban la insensibilidad o mejor la indiferencia para el dolor , una especie de resignaciòn, ya que nada ni nadie puede cambiar los sucesos del universo. Sin embargo lejos de ser una sumisiòn pasiva e inactiva, enseñaban igual que los budistas a adaptarse y a soporta el dolor, a ser valientes y fuerte, a aprender del dolor inevitable para evitar los males evitables.

Hay una diferencia clara entre algunas religiones y filosofìas  el de ver y comprender el dolor y su finalidad, mientras que algunas se aprovechan valoràndola como pago para alcanzar un perdòn por pecados que no se cometieron y/o etrar al paraìso, los otros màs reflexivos explican que son parte de la realidad por lo que se tiene que transitar y aprender para sufrir menos.

Un tercer grupo lo constituye el hombre comùn y corrriente que, màs que analizar, siente,  que el dolor y sufrimiento efectivamente son reales  y son necesarios no como pago por algún pecado sino como acompañantes para alcanzar el èxito en cualquier empresa en que se embarque.

Dolor y sufrimiento aparte de referirse al padecimiento espiritual, hoy en dìa màs se lleva a identificarlo con el padecimiento fìsico. Muchos encumbran el dolor y lo llevan al plano èpico organizando toda su vida alrededor de sacrificios, todo por alcanzar el cielo que en este caso ha sido reemplazado por el tener  màs plata y/o por la perfección a tener un cuerpo bello.

Ahora la disciplina del dolor y sacrificio impone sacrificios lo que implica desprendimientos de todo tipo de placeres que pudieran darse (menos sueño, menos alimentos, menos descanso,etc., etc.). "te dolerà, lo padeceràs por algùn tiempo, pero conseguiràs objetivos y metas que te propongas, tambièn puedes renunciar a ello, pero esta tu mala decisiòn te dolorà toda la vida", retumba en la mente de las personas que se imponen dolor y sacrificio en pos del èxito.

Finalmente dolor y sacrificio existen y es cierto que es una antesala del èxito para cualquier actividad y como en toda cosa estos sacrificios no deben imponerse hasta la exageraciòn a costa de padecimientos, ni privaciones, ni sometimientos a lìmites de nuestra capacidad principalmente fìsica.

El sentido comùn dice que el paso por esta vida tambièn debe ser placentera y ninguna meta merece la pena desgarrar el cuerpo y el alma, sobre todo hacer caso cuando el organismo da señales de lìmite de su capacidad.