sábado, 12 de octubre de 2013

Pesadas pesadillas




No creas que porque eres adulto aquellas pesadillas que cuando niño te atormentaban ya no volveràn a presentarse, desde luego que si es posible, ya que éstas se presentan en función de la magnitud de los hechos traumàticos, enfermedades, accidentes o el nivel de estrès por lo que se està experimentando en algùn momento de la vida.

Si bien es cierto que en la adultez se ha conseguido la maduraciòn del sistema nervioso y es màs factible controlar una emociòn, el grado de suceptibilidad o sensibilidad es para cada persona diferente de acuerdo a su temperamento y formaciòn personal; sin embargo todos estamos expuestos a tener en cualquier momento las horribles pesadillas como reacciòn fisiopsicològica a los avatares negativos que encontramos en nuestro camino.

Si alguna ves toca a tus sueños pesadillas y aún cuando crees estar preparado para contemplar panoramas de lo peor  que ellas  presentan, no podràs evitar tu despertar abrupto con el corazòn en la mano latiendo rapidamente y con el miedo a flor de piel, lo cierto es que a estas alturas de la edad de tu vida cobraràs rapidamente la compostura conjunto con  tu inmediata conclusiòn de que nada es real y no va màs allà, solo es esa reacciòn de tu organismo por el mal momento que estàs pasando.

Tambièn es cierto que hay personajes cuyos escritos se nutren de estas reacciones del cerebro frente a las tensiones y temores de la vida y dan lugar a escritos fantasmales como verdaderas odas al miedo y en las que hay que ver en ellas, la fuerza del escrito, pero tambièn lo que detràs  esconde - un alma atormentada :

"En un oscuro atardecer
gritos de una pena me perseguian
como moscas a un cadàver.

Ojos rojos me miraban,
demonios de la oscuridad
sus garras me atrapaban,
eran butres malditos
y yo su carroña.

El cielo se consumìa
en un sangiento atardecer,
la pena me envolvìa,
mi pasado me condena

Gritè al vacìo,
intentè despertar
pero no estaba soñando
no estaba dormido

era mi negra y amarga realidad".

Otras veces por el periodo difìcil que pasa una persona como su profundo cuestionamiento a la vida - tìpico existencialista, que a contracorriente de las mayorìas hasta le pone acciones a los sentidos, le impele a gritar o mejor redactar lo que su razòn le aconseja, como el caso de Edgar Allan Poe (existencialista) que dice que su temor proviene de la densa oscuridad de su corazòn :

Suspiros... 
deja entrar a tus pulmones
el aire impregnado de amargura

mira...
la noche que atrapa el mundo,
el sol que muere en la oscuridad.

escucha...
el lamento que suplica libertad.

siente...
el fuego que quema tu sonrisa,
el aire frio que golpea tu cara,
la soledad que te toma de la mano.


Muy pocas veces un mal sueño es tomado a la broma, pero al revès se puede contruir a partir de una broma una verdadera pesadilla como cuando una fèmina en el rincòn de las cuatro perillas te dice refirièndose a tu equipamiento: ¿còmo eso es todo?, ¡tan chiquito! y despuès te atrapa temores nada graves pero suficientes para considerarlos vedaderas pesadillas diurnas y nocturnas que llevan a padecerlos silenciosamente o como cuando creyendo que eres un amante exitoso el llamado latin lover, alguna vez te topes con una dama que te hace ver la horma de tu zapato y entonces se instala en ti la horrible pesadilla que ya fuiste y perdiste tus encantos de buen conquistador.

Pero ninguno de los caso de pesadillas anteriores se podràn comparar cuando siendo correctito y tenièndolo todo una mañana  en el espejo te veas que te convertiste de blanco en un negro, discapcitado, drogadicto, seropositivo, huèrfano, cojo, cardiaco y que vives en una villa miserable y escuchas que alguien te dice: mi vida, corazoncito, ¿dònde pusiste mi bòxer que anoche me lo quitaste, o sea encima de todo eres gay, todo un drama,es la  ùltima de las aterradoras pesadillas que no quicieras nunca tener.