lunes, 24 de noviembre de 2008

La palabras apropiadas en el momento oportuno

En una antología de los discursos de Winston Churchill,éste decía: "No flaquearemos ni desfalleceremos,combatiremos en Francia,en los mares y en los océanos,defenderemos nuestra isla,cueste lo que cueste,combatiremos en las playas,en los sitios de desembarque,en los campos y en las calles,combatiremos en las colinas,¡jamás nos rendiremos". Es la expresión de fe de este hombre ,en el poder del individuo para enfrentar a un reto y superarlo ;haciendo una analogía con los malos momentos en salud o depresión,por lo que uno pueda pasar,leer o escuchar esta arenga levantará los ánimos.

Nadie puede abstraerse de haber pasado o pasar en algún momento por situaciones de desaliento.Todo individuo que conocemos esta librando siempre una enconada batalla para superar una situación difícil.Por doquier las personas necesitan amables palabras de aliento,un cumplido estimulante para reanimar sus sueños y/o esperanzas.

¡Cuán cierto resultan las palabras apropiadas en el momento oportuno!,¿acaso no hemos repetido muchas veces dentro de nosotros las palabras de encomio que nos han dirigido alguien?.El cumplido tiene que ser expresión sincera y sencilla,aquellas frases insinceras,muy ordenadas endulzan el habla,pero amargan el estómago-seamos aunque parcos,sinceros y sencillos.

Ante una situación como discursar en una ceremonia importante o presentar un proyecto al directorio de una empresa,se está con los nervios a flor de piel,un acompañante que nota tal situación haría bien en decirle que él ,pese a que no tiene en sus hombros tal responsabilidad,también está tenso por las circunstancias especiales y que previo al acontecimiento cumbre,harían bien en ayudarse mutuamente,nótese que no hay consejo alguno,pero hay buenas palabras de acompañamiento.

En otras ocasiones,a menudo nos encontramos con personajes importantes,inteligentes ,de gran carisma,de gran llegada y triunfadores y por nuestra naturaleza humana,solemos creer que estas personas jamás cometieron errores y nos decimos que nunca podríamos igualar lo que ellos habían logrado,¡ craso error !,porque si le confiáramos a estas personas nuestro pensamiento,ellos nos hablarían de corazón a corazón,narrándonos sus innumerables tropiezos,sus fracasos y levantamientos y entonces comprenderíamos que son también seres humanos imperfectos como todos los demás.Alguien dijo que "la vida no es una carrera de 100 mts","es una maratón,y quienes lo ganan son a menudo individuos comunes,tenaces,trabajadores como en el fondo somos todos nosotros".

Los grandes hombre tiene el secreto de su triunfo y cuando nos enteramos que no las han tenido fáciles,devienen en ejemplos,como formas de aliento para avanzar en el duro trajín por la vida.

El arte de alentar es sencillo.Bastan unas cuantas palabras,una anécdota,un cumplido,una breve plática animadora,o una visita.Démosle a alguien lo mejor que hay en nosotros.¡Hagámoslo ahora mismo!.

1 comentario:

Walter dijo...

Miguel,pasé por tu blog y sinceramente tienes un gran estilo, muy peculiar para imprimir tus narraciones,harto entretenido y conllevan a reflexiones necesarias.